Escritura y yoga


La nueva situación con el condenado covid19 nos está poniendo las cosas difíciles, pero creo que todas estas "pruebas y obstaculos" pueden ser una bendición si nos proponemos aprender de ellas.

No digo que esta lección vaya a ser fácil, sin embargo, si mantenemos la mirada curiosa y sin juicios tal vez, ojalá que sí, salgamos todas más fuertes.

Ya imaginarás que mi herramienta para mantenerme anclada en el momento presente y no desesperarme por este futuro incierto es el yoga, pero en realidad tengo dos herramientas: el yoga y la escritura.

Escribir me aporta mucha claridad y conciencia emocional, me ayuda a desarrollar pensamientos, a no crear problemas donde no los hay, a relativizar las cosas y sobre todo a entenderme.

Practicar yoga me enseña a aceptarme tal como soy, a saber como está mi cuerpo en el momento presente y a sentir que soy una unidad más allá de mi mente.

Estas dos herramientas: escritura y yoga son muy poderosas. Con las dos trabajo mi cuerpo para ir llevando la emoción, las ideas, los pensamientos, la conciencia (lo intangible) hacía el plano físico (lo tangible).

En yoga las asanas, la respiración, el movimiento, la quietud, me enseñan como discurren todo lo intangible dentro de mí, que caminos transita y como mi cuerpo reacciona a ello. En la escritura dejo que mi mano sea la ejecutadora de la creación en materia (palabras) de toda esa argamasa incorpórea que habita dentro de mí.

Tal vez tú ya tengas herramientas potentes con las que sentirte firme y estable en momentos atribulados como los que estamos ahora mismo. Tal vez también una de ellas sea el yoga, tal vez te gustaría probar con la escritura, o tal vez no conoces como relacionar el yoga y la escritura. Una manera de hacerlo es llevando un diario de yoga.

 A continuación te voy a dar un pequeño consejo extraido de mi último manual de Yin Yoga Ciclo Lunar:

En cada práctica deja un diario o libreta en un lugar visible, al lado de la esterilla.

Tras finalizar la sesión, siéntate cómodamente y ábrelo. Pon tan solo lo siguiente:

-Día y hora.

-Tres palabras para describir las sensaciones físicas de la práctica. Ejemplo: liberación, quietud, molestias.

-Tres palabras para describir las emociones sentidas en la práctica. Ejemplo: calma, relajación, tristeza.

Con esta acción tan sencilla encontrarás una excusa para querer escribir y expresarte. Si no quieres escribir más que esas seis palabras también es perfectamente válido.

Espero que te ayude este consejo, y si quieres saber más de como introducir la escritura en tu práctica de yoga en los dos manuales de Yin Yoga, que acabo de publicar hace unos días en papel, tienes consejos muy valiosos y ejercicios de escritura efectivos junto a prácticas de yoga muy potentes que te ayudaran a entenderte mejor y conectar contigo misma. 


 





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