En la práctica de yin yoga se puede sentir incomodidad, rechazo a algunas posturas, incluso una inquietud que nace desde lo más profundo y no se sabe calmar.
El secreto solo es uno: RESPIRAR
Respirar lentamente y con consciencia en la incomodidad de la práctica te permitirá expandir tu perspectiva, ensanchar el poder interno que posees, reconocer las sombras que habitan en tu interior e iluminarlas con tu atención. Por supuesto, después en tu día a día, serás capaz de manera innata respirar en los momentos incómodos o difíciles que se presenten.
Huir de la incomodidad tan solo es esconder debajo de la alfombra lo que no quieres ver. Sabes que está ahí, abulta, molesta, incluso huele, pero no haces nada por limpiarlo.
Respirar profundamente, con cualquier técnica de Pranayama en la incomodidad, le aportará a tu sistema nervioso calma, tu mente se relajará, el cuerpo cederá la tensión y la conexión tendrá lugar.
Permítete mantener un cierto grado de incomodidad, que no es lo mismo que el dolor, y respira en ella. Observa sin juicios ni censuras. Sé amable y compasiva, y la magia sucederá.
PRANAYAMA
Estas son unas posturas sencillas para abrir y crear espacio en el diafragma respiratorio. Recuerda hacer las posturas en el orden que indico para que sientas mayor apertura.
RECURSO YIN: MASAJE FASCIAL
Recuerda hacer este masaje de menos intensidad a más, siempre escuchando las señales que envíe tu cuerpo. Sé intuitiva, pero responsable.
Un cuento zen en versión femenina para meditar...
POSTURA RECOMENDADA PARA CREAR ESPACIO
Trás una práctica de Yin Yoga túmbate de manera cómoda en la esterilla. Manten la quietud respirando y observando las señales de tu cuerpo. Si una zona llama más la atención porque está incomoda tan solo respira ahí con cariño y presencia.
Y por útimo una práctica dirigida de Yin Yoga de 35 minutos para abrir las caderas de una manera suave y eficaz, con ayuda de Genghis.
Si lo prefieres puedes hacer las posturas por tu cuenta, ten presente que en Yin Yoga permanecemos en quietud en la postura no más de un 60% u 80% de lo que se podría llegar a alcanzar. Sé responsable de tu práctica y escucha el cuerpo.
Genial Esther, me encantan esas "láminas" que haces, son visuales y explicativas!!
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro que te gusten
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